Un hito en la historia de esa ciudad, la iniciativa fue de los concejales Alfani y Baschetto
El 1° de julio de 1943 se concretaron así las gestiones iniciadas en 1920 para lograr el establecimiento de ese servicio público esencial.
Los concejales Boschetto y Alfani presentan un proyecto de resolución para que se autorice al D.E. llame a licitación a efectos de instalar las aguas corrientes en Rufino. El concejal Garín dice que como Presidente del Comité Popular Pro-Aguas Corrientes ya está en estudio todo lo pertinente para dar impulso a tan importante obra. Era el 11 de junio de 1932.
El 12 de Enero de 1939, luego de profundos estudios se sanciona la ordenanza para la instalación del servicio de cloacas .
La ejecución de las obras comenzó el 21 de febrero de 1940 y siguió en líneas generales el proyecto preparado por O.S.N. en 1936, que consistía en la captación de agua de perforación de un paraje denominado Tarragona ubicado a 17 km al Noroeste de Rufino, el acueducto que lo transportaría hacia Rufino y las instalaciones necesarias para el transporte, bombeo y abastecimiento a los habitantes de la ciudad.
En fecha 29 de Julio de 1940 se firmó el convenio con Obras Sanitarias de la Nación, por donde nuestra Municipalidad aportó (ampliando la suma que se había establecido anteriormente), la cantidad de $ 250.000 m/n. para los trabajos.
Para el cálculo de los componentes necesarios se adoptó la base de una población de 15 mil habitantes con una dotación de 150 litros/habitante por día, dio un volumen necesarios de 2250 m3 de agua diarios, pero con el radio proyectado a servirse que comprendía una población de 8 mil habitantes, se estimó suficiente la ejecución de 3 perforaciones semisurgentes, que se sumarían a las 3 ya ejecutadas en 1938, cuyo rendimiento unitario fuera de 25m3/hora.
En el barrio General San Martín. se excavó la primera cuadra, precisamente en el boulevar 9 de Julio, de Neuquén a Remedios de Escalada.
La conducción de agua desde Tarragona a Rufino se proyectó elevando el agua de las perforaciones hasta un depósito de carga para que llegara a Rufino por simple gravitación a través de un conducto de 17 kilómetros de longitud y capaz de transportar 120m3 por hora.
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