Semblanza de su personalidad reivindica a 134 años de la fundación de la ciudad de Rufino el título de único fundador y artífice del emplazamiento de la colonia
Don Gerónimo Segundo Rufino, había nacido en San Juan el 3 de marzo de 1842, hijo de Gerónimo Del Carmen Rufino (nacido el 20 de julio de 1815 y fallecido el 25 de febrero de 1881) y Leonor Coll Pastoriza (nacida el 19 de septiembre de 1821 y fallecida el 31 de diciembre de 1888) tenía seis hermanos Francisco Mercedes, Laureano,Mauro, Leonor, Marcos (Fallecido a los 3 años de edad) y Martina (Fallecida a los 7 meses de edad). el fundador y propietario único de las tierras donde se fundó la colonia en 1889, hizo sus primeros estudios en San Juan, trasladándose más tarde a Córdoba para hacer su bachillerato. Ingresó en la vieja Facultad de Derecho y alcanzó a cursar el primer año de abogacía, carrera que a esa altura debió abandonar por falta de recursos. Tuvo que alejarse de la Docta, y venirse al litoral sentando plaza de dependiente de almacén. El era hijo de genoveses y los genoveses en aquellos años eran los dueños del 90% de los almacenes que había en Buenos Aires, y eran, además, propietarios de un formidable espíritu de iniciativa comercial. Luego se fue a trabajar a la famosa estancia “San Juan”, en Quilmes, de los Pereyra Iraola, donde llegó a ser mayordomo por espacio de 14 años. Diremos de paso que en esa misma estancia Francisco Mercedes Rufino desempeñaba el cargo de tenedor de libros, puesto para el que lo habilitaba sus rudimentarios estudios primarios y una natural vocación por mejorarlos.
En 1879, Gerónimo Rufino se despidió de la estancia de los Pereyra Iraola. había comprado al gobierno de la Provincia de Córdoba, y en remate público, aproximadamente, 18 leguas cuadradas de tierra al precio de $ 501.- m/n. cada una. Antes de eso, ya se había producido otro hecho trascendental en la vida de este animoso joven sanjuanino: había contraído nupcias con doña Celia Coll (año 1877). En 1880, el matrimonio se estableció en el desierto
Gerónimo trajo a su hermano Francisco y a un allegado por parte de su esposa Francisco Guillermo Coll.
El agrimensor don Parmenio Ferrer dibujó en 1886 un plano en el que aparece un pueblo de amplias calles y plazas. Ese plano tardó tres años en ser aprobado por el Gobierno de Santa Fe.
Los hermanos Rufino, por escritura pasada ante el Escribano don Antonio Palacio y Hoz, ya establecido en el pueblo con Registro, con fecha 20 de Julio de 1894, se dividieron el condominio de cerca de 37.500 hectáreas de terreno que poseían en Rufino, con un sobrante en la Provincia de Córdoba. Algunas desaveniencias , situaciones de salud y sumado altas razones de carácter económico influyeron en ello. Como una derivación de la crisis preexistente, acentuada en 1893, no es extraño que hubieran resuelto liquidar precipitadamente el condominio de sus tierras, para intentar en forma independiente la restauración de sus resentidos negocios.
Geronimo quedo solo para seguir con su epopeya de que la colonia creciera aunque pasaron dos años para que esto sucediera despúes de la aprovación del plano que da origen a la fecha fundacional.
Los hermanos Rufino, por escritura pasada ante el Escribano don Antonio Palacio y Hoz, ya establecido en el pueblo con Registro, con fecha 20 de Julio de 1894, se dividieron el condominio de cerca de 37.500 hectáreas de terreno que poseían en Rufino, con un sobrante en la Provincia de Córdoba. Algunas desaveniencias , situaciones de salud y sumado altas razones de carácter económico influyeron en ello. Como una derivación de la crisis preexistente, acentuada en 1893, no es extraño que hubieran resuelto liquidar precipitadamente el condominio de sus tierras, para intentar en forma independiente la restauración de sus resentidos negocios.
Geronimo quedo solo para seguir con su epopeya de que la colonia creciera aunque pasaron dos años para que esto sucediera despúes de la aprovación del plano que da origen a la fecha fundacional.
Ambos hermanos se caracterizaron por su conducta modesta y por su decidido temperamento para la acción. Sobre todo, don Gerónimo, que tuvo siempre la iniciativa en todas las empresas que emprendieron. Rufino les reconoce la virtud de haberlo fundado y las generaciones que se suceden tendrán siempre para ellos un merecido recuerdo.
Don Gerónimo falleció en Rufino el 27 de abril de 1901.
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