sábado, 2 de abril de 2022

VIVENCIAS DE UN SOLDADO EN EL CONTINENTE

¿Dónde estaba cuando estallos la guerra de Malvinas? 

Por Rubén Ricardo Iriarte 


27 de febrero de 1982 llegábamos a la sede la Sociedad Rural de Rosario para ser incorporados al Servicio Militar Obligatorio, número de sorteo 737, no estaba muy seguro si seguiría en tierra o partiría para alguna base aérea. El número es para aviación me decían mis compañeros que llegaban desde distintos puntos de la provincia.

Pertenecíamos al Segundo Cuerpo de Ejército el mismo que hasta diciembre del 81 había sido comandado por Leopoldo Fortunato Galtieri luego presidente y mentor de la guerra.

Si es cierto soy clase 1961 pero había pedido dos años de prorroga acogiéndome a un beneficio que le daban a los estudiantes y por lo tanto ingrese con la clase 1963 con 20 años a la “colimba”

Terminada la revisación, empezó el reparto, tuvieron la gentileza de preguntarme donde quería ir a Concordia (Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 2 o Regimiento de Caballería 6 Blandengues) o a Córdoba Regimiento de Infantería Paracaidista 14 (RI Parac 14) del Ejército Argentino tiene su base en la Guarnición de Ejército «Córdoba» y pertenece a la IV Brigada Aerotransportada, 2.ª División de Ejército.

Y por esas cosas de lo decidís ahora o elegimos nosotros, dije Concordia, y allí termine después de un largo viaje en tren desde Rosario hasta la ciudad entrerriana. Calculo que eran las 5 de la mañana cuando llegamos. Descendimos de los vagones enfrente del cuartel, si no se como pero el tren paró allí, todos bajamos a una calle y de allí al cuartel.

No duró mucho nuestro tiempo allí, nueva revisación, las vacunas en la espalda, corte de pelo (rapado) foto para la credencial  ( una chaqueta de salida para tos solo para la foto ) ya no teníamos mas el DNI y entrega de ropa y elementos para partir rumbo al campo.

El Vivac ubicado en los bosque de Salto Grande (al lado de la represa) nos recibió para la instrucción que duraría dos meses pero la tarea fue interrumpida el 2 de abril a las 4 o 5 de la mañana cuando nos levantaron a todos, nos reunieron en la improvisada Plaza de Armas del campamento y nos comunicaron a viva voz HEMOS RECUPERADO LAS MALVINAS ¡¡VIVA LA PATRIA!!  Dijo el jefe de Escuadrón Mayor Carlos Acosta.

Nos ordenaron rebatir carpas y subimos a los camiones para volver al cartel, estaba claro íbamos a la guerra.

Al llegar al cuartel, de golpe aparecieron los uniformes verdes, borceguíes todo nuevo que aún no habíamos visto porque para ir al campo no dieron unas bombachas y chaquetas marrones (horribles), bolsón porta equipo y a guardar todo lo necesario finalmente las armas FAP, FAL según el rol de combate pistolas 11.45 el mío era estafeta, tenía que manejar una moto ametralladoras PAM.

Sentados en la calle del cuartel con todos los pertrechos esperamos la orden de partir, definitivamente íbamos a la guerra.

Todos listos de nuevo a los camiones sin rumbo conocido por lo menos para nosotros, los soldados con un mes y medio de instrucción del Escuadrón de Caballería Blindado 2 y del Regimiento 6 de Caballería con el cual compartíamos la guarnición en Concordia.

Legamos, Santo Tome y allí vehículos y soldados  tres días  estacionados para ser trasportados en embarcaciones  ancladas en la sede del Batallón de Ingenieros Anfibio 1212​ (B Ing Anf 121) a la vera del  Rio Colastine. La idea era trasportar soldados, pertrechos y vehículos, tanques y tanquetas a través del río hasta vaya uno a saber dónde.

“NO, no van,  vuelva a sus bases”, fue la contra orden y otra vez rumbo a Concordia, Paraná, Gualeguachu y Chajari entre otras. Y allí quedamos toda la guerra con algunas salidas para hacer comisiones en la ciudad o como en mi caso a Buenos Aires “Usted es periodista” me preguntaron “estudiando mi principal” respondí a quien era mi superior el Suboficial principal Buera, “bueno usted se va a Buenos Aires en comisión a la cancillería para colaborar”.

Y allí partí con el pase para soldado en tren con la tarea de “colaborar” durante 15 días trabajé en la sala de prensa de Cancillería cortando partes de la teletipo y repartiendo comunicados a los periodistas que cubrían la guerra desde ese lugar. Eso si no me dejaron sacar el uniforme, y después esperando, siempre esperando.

A la vuelta veíamos como los galpones del regimiento se llenaban de bolsas con ropa, frazadas, alimentos que nunca llegaron….allí quedaron se pudieron o se los llevaron oficiales y sub oficiales fundamentalmente los alimentos donados

Los chico de Monte Caseros si fueron es el  Regimiento de Infantería de Monte 4 “Coronel Manuel Fraga” partió pocos días después de la vuelta de Santo Tome el 12 de abril. Pocos volvieron y de los demás regimientos y batallones tuvieron que redistribuir soldados, suboficiales y oficiales para repoblar el regimiento. Muchos de los compañeros de Concordia se fueron para Corrientes.

Siempre me preguntaba porque no habíamos ido a Malvinas, un joven subteniente del cual después quedamos amigos me dijo “éramos la reserva, si la guerra hubiera seguido seguro habríamos ido pero nos rendimos”  dijo medio con bronca, otros comentaban que los viejos tanques Sherman y las tanquetas panhard que eran las estrellas del regimiento no eran adecuadas para la isla

No hay más, Malvinas para los Soldados que quedamos en el continente contienen un sentimiento especial y desconocido, quizás de frustración por no haber podido ir a Malvinas. Pero estábamos aquí, si aquí en la ARGENTINA continental en Concordia o en Ushuaia, nos sentimos parte tan listos como cada uno de los “colimbas” que en 82 vivimos el conflicto desde adentro y en la vida militar en un cuartel, llenos de incertidumbres.

Después todo cambio en el cuartel, la comida, el trato, la vida militar pero de Malvinas no se hablaba, no se debía hablar.

Con los años, ya 40 y habiendo vivido, eso vivido, habiendo perdido amigos y ex compañeros de aquella época me encuentra con un fuerte sentimiento de pertenecía  a esa gesta, a la causa, compartido por muchos pero no por todos.-

 

 

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