Emilio Osvaldo Feresín y María Eugenia Saint Girons.
Emilio Osvaldo Feresín “El Príncipe” nacido el 11 de
febrero de 1948 en Capital Federal. Secuestrado-desaparecido en Santa Fe, el 10
de febrero de 1977, en el recreo Schneider (Avenida Blas Parera al 5.800). Fue
visto en el CCD La Escuelita de Paraná antes de su asesinato. En Montoneros,
este peronista, era reconocido como “Pablo” y era oficial de dicha
organización; militando en la zona Oeste del GBA.
El que sigue es un pasaje tomado del libro “Capucha a
capucha” del abogado laboralista Hernán Bernasconi, cuando es secuestrado y se
ordena mentalmente sobre lo que debe decir y lo que no a sus verdugos, con el
fin de no involucrarse o entrar en contradicciones que le pudieran costar la
vida: “Lo demás nada. De Emilio Feresín, mi ex cuñado, ex esposo de Blanca, no
sabía si tenía relación con los montoneros. Mi hermana es sólo una maestra,
dirigente docente de La Matanza”.
El Tribunal Oral de Santa Fe condenó a los cinco
represores que juzgaba por los crímenes en “La Casita”, cometidos en el otoño
de 1977. Uno de ellos, el ex oficial de inteligencia Eduardo “Curro” Ramos,
recibió “prisión perpetua” por el “homicidio agravado” de Emilio Feresin, el
responsable político de Montoneros en la zona, quien fue visto en un centro
clandestino de Paraná y luego en el de Santa Fe. A los otros tres, Juan Calixto
Perizzotti, Silvio Ramón Ferreyra y María Eva Aebi, a penas de 20, 16 y 12 años
de cárcel por los secuestros y torturas de doce militantes de la Juventud
Peronista, entre ellos Daniel Gatti. Y al quinto, el ex juez Víctor Brusa, a
tres años de prisión por un caso de “apremios ilegales”.
María Eugenia Saint Girons, presa política de la última
dictadura cívico-militar que padecimos los argentinos.
El 17 de febrero de 2017, el hijo de Emilio Osvaldo,
Juane Emilio Basso Feresín –de la organización HIJOS en Rosario- en el medio de
los juicios de lesa humanidad, dijo ante el tribunal santafesino a los
presentes: “Llegamos al juicio y seguiremos reclamando saber la verdad, dónde
están los desaparecidos, esos treinta mil que buscaban un país construido desde
la justicia social. Era el proyecto para democratizar el poder y la economía
(…) No es solo nuestra historia familiar la que se narra, es la de nuestro
pueblo”.
Juan Emilio, relató los pormenores del secuestro de su
madre, María Eugenia Saint Girons, y su propio secuestro desde que nació, el 11
de febrero de 1977, hasta agosto de ese año cuando fue entregado a sus abuelos.
Su narración fue el producto de una reconstrucción familiar, indicó, puesto que
su madre falleció en 1996. "Mi mamá estaba con un embarazo casi a término.
Estaba preocupada desde el día anterior porque mi padre, que ese día cumplía
años, había ido a Santa Fe y no había vuelto. Estaba con mi abuela cuando
comenzó a tener los síntomas de trabajo de parto. Fueron al hospital San Roque,
nací yo, y en el mismo parto fue secuestrada por fuerzas civiles y del
Ejército. Ahí empezó el cautiverio de los dos", manifestó.
En marzo de 2017 el ex oficial de Inteligencia Eduardo
“Curro” Ramos recibió prisión perpetua por el homicidio de Emilio Osvaldo
Feresín. En el juicio se reveló que la mamá (María Eugenia) y el bebé (Juane
Emilio), fueron torturados para martirizar al padre.
Quintana
el torturado de María Eugenia
El 30 de octubre, por orden del juez federal Leandro
Ríos, quedó detenido en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná el represor Guillermo
Jorge Francisco Quintana, investigado por delitos de lesa humanidad en el marco
de la causa Área Paraná II,
Quintana es señalado como autor de privaciones ilegales
de la libertad, torturas y apremios desde su rol de instructor del Ejército. En
esa función se encargaba de hacer firmar declaraciones autoincriminatorias a víctimas
del terrorismo de Estado, según la sospecha de la Fiscalía. Uno de los casos
por los cuales está acusado es el de María Eugenia Saint Girons.
Quintana habría intervenido de modo plenamente relevante
en los hechos y sería autor de los delitos de privación ilegítima de la
libertad agravada; imposición de vejaciones, severidades y/o apremios e
imposición de tormentos. El acusado fue designado como instructor por el ya
fallecido Juan Carlos Ricardo Trimarco el 4 de marzo de 1977. Además de su
vinculación con el caso de Saint Girons, habría tenido a su cargo la función de
organizar y llevar a cabo los interrogatorios, mediante la ratificación y
ampliación de las llamadas “declaraciones espontáneas”, de al menos otras
cuatro personas secuestradas y sometidas a torturas en centros clandestinos de
detención, entre marzo y abril de 1977 en la sede del Escuadrón de Ingenieros
Blindados II de Paraná. Quintana, vivía en Buenos Aires, se presentó en el Juzgado el
30 de octubre, antes de que se concretara la detención solicitada por la
Fiscalía, y dispuesta por el juez el 22 de octubre. Fue llevado a prestar
declaración indagatoria y alojado en la UP Nº 1. Su defensa fue asumida por
Silvana Davite.
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