lunes, 25 de mayo de 2020

RUFINO, 1910 LA COLONIA FESTEJA EL CENTENARIO

Los festejos se concentraron en la plaza central que aún no llevaba el nombre de Domingo Faustino Sarmiento 

Por Rubén Ricardo Iriarte

Como era?

Bajo la gobernación de Ignacio Crespo en Santa Fe, Rufino recién había cumplido 21 años de su fundación en el año 1910, año del centenario de la Revolución de Mayo. La patria se preparó para festejar a lo grande, y la insipiente población también.

Época de gran prosperidad en Rufino, hubo aquí más de 40 fondas (comedores con alojamiento), lo que hizo presentir un mundo de progresos en virtud, principalmente, de la rica colonia que fluía al pueblo nutriéndolo de enorme movimiento, un reciente censo de 1907 le asignaba 4592 habitantes entre los que se encontraban 266 inmigrantes italianos y 164 españoles sin contar lo asentados en la zona rural.

 Para entonces Rufino ya contaba con las dos instituciones pioneras, Sociedad Española y Sociedad Italiana de Socorros Mutuos el Círculo Católico de Obreros que cubrían además las necesidades de salud, un médico, farmacia, imprenta, las casas de ramos generales de Vaccari, Bulgheroni, Boireau entre las mas importantes, la estafeta de correo, dos escuela, la Nº 171 “Bernardo Monteagudo” y otra que funcionaba en la parroquia denominada “Sarmiento” cuyo director era el párroco de ese tiempo José Tur.

 No había luz eléctrica, el alumbrado público era con lámparas a kerosene, de prender las lámparas por la noche y apagarlas por la mañana. En cada esquina (de las más céntricas), se instalo un poste en donde se enganchaba la lámpara que contenía kerosene y una mecha.

 Aunque, sí se contaba con teléfono a través de un servicio sólo para privilegiados que llegaba  a 50 abonados. Desde 1909 Germán Abello ínstala una red telefónica en nuestro pequeño pueblo ya que los comerciantes y los acopiadores de cereales, principalmente, estaban también muy interesados en tal medio de comunicación, el nombrado se dio a la tarea de comenzar los trabajos que concluyó en los primeros meses del año 1910.

 En 1910 época en que a la Argentina la bautizaron el granero del mundo se habían instalaron importantes empresas cerealeras como Bunge y Born, Van Waveren, De Ridder, Boireau, y Quintana, las grandes extensiones rurales y la prominentes cosechas lo ameritaban.

         También contábamos desde hacia varios años con la flamante estación de ferrocarril y conexiones desde y hacia todo el país, y en materia de trasporte las carretas dejaban lugar al automóvil. Esto ocurrió allá por el año 1909, gran conmoción provocó la circulación del primer automóvil en Rufino su dueño Arnoldo Sturzenegger quien trajo un Peugeot, similar a los coches de plaza, alto, de ruedas macizas, motor al medio (de ahí que se le diera manija de costado), y con el pescante tal como aquellos carruajes.

 A propósito de trasporte, existía un servicio de taxi, claro con carruajes, desde plaza Sarmiento hasta los límites urbanos del poblado, que solo eran diez cuadras a la redonda de la plaza. El único automóvil era particular y no era un trasporte de pasajeros.

 Las noticias de la insipiente colonia eran reflejadas por dos medios de comunicación El Social dirigido por José Benítez y Umberto Oliva, y El Gladiador dirigido por Miguel Sosa bis abuelo de José María Sosa Covian actual director del Periódico Noticias de Rufino.

 1910 fue un año trágico para Rufino la epidemia de la viruela causo estragos en la población, según un informe del Dr. Garrasino médico de la época la población era reacia a vacunarse y otras enfermedades como la poliomielitis sumaron secuelas en los habitantes del poblado. 

 El gobierno de la colonia estaba a cargo de una comisión de fomentos compuesta por tres extranjeros, que eran las familias que se habían asentado en estas tierras prácticamente desde la fundación como presidente: Alejandro Vaccari;  y lo acompañaban como vocales Manuel Quintana y Cayetano Pardo.

 Una curiosidad política: el Ministerio de Instrucción Pública y Agricultura, por donde se prohibía terminantemente a los miembros de la Comisión de Fomento actuar en política, la falta de autonomía del gobierno local no daba lugar a discusión, menos aun cuando quienes la integraban eran nombrados por el superior gobierno provincial.

Festejos


 Este triunvirato rigió los destinos administrativos de Rufino hasta 1911 y fue la encargada de organizar los festejos del centenario.Festejos que incluyeron además de los actos oficiales una representación teatral que fue la primera realizada por un grupo  de actores locales. Se trata del drama en verso de José Zorrilla: “Traidor inconfeso y mártir”, y como complemento abordan la obra cómica de los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quinteros: “Por un apabullo”.

 El estreno fue a comienzos de Mayo en el Teatro de la Sociedad Española  con un lleno jamás visto en esos años, según cuentan las crónicas. La pieza se represento hasta el día del Centenario y actuaron el 25 de Mayo de 1910 en las obras: Florencio de Vicente, Máximo Tortosa y sus hijos Santiago, Manuela y Elisa; Ramón Toledo, José Bersano Como parte de los festejos se sumo una de las más desbordantes domadas de potros. En los 25 de Mayo ó 9 de Julio, o en alguna otra fiesta significativa, las domas de potros eran la máxima atracción.

 Si bien hoy en el Museo y Archivo Histórico de Rufino, esta la placa de bronce la que recuerda que en 1910 se realiza la imposición del nombre a la calle Centenario en homenaje al cumpleaños de la patria, la misma estuvo ubicada en la esquina de Juan B. Justo y Centenario en la esquina sur oeste donde hoy funciona una farmacia, pero por razones desconocidas fue retirada.

 En los actos centrales amenizados por la banda musical dirigida por el maestro Francisco Pardella, uno de los integrantes de la comisión de fomento Alejandro Vaccari dona una fuente de agua que es inaugurada para el centenario en Plaza Sarmiento (foto)

 El acontecimiento nacional ameritaba todo tipo de expresiones, las colectividades también se sumaban a los festejos, así  Manuel Quintana, inmigrante español e integrante de la comisión de fomento  trajo por su exclusiva cuenta, para la Sociedad Española, principalmente, y luego para quien lo quisiera oír a uno de los mejores gaiteros que había en el mundo en aquel entonces: Libardon, quien además era un gran cantor y brindó una función memorable.

 Si bien no hay exactitud en la fecha solo una fotografía de la época tomada por José Della Mattia de 1910 muestra la presencia para los festejos del centenario del embajador extraordinario de Inglaterra quien llego por tren a Rufino y compartió en la estancia Laguna del Monte de los Cobo un asado criollo.

 También llegaron a suelos rufinenses en el año del centenario el aviador Virgilio Mira tripulando su avión “La golondrina” siéndole primer aeroplano en pisar estas tierras.

 Mientras que Ernest Henry Shackleton explorador ingles al polo sur bajo en la estación ferroviaria en 1910 para saludar a una nutrida colectividad de colonos.

 En las polvorientas llanuras donde se enclavaba Rufino, 1910 se presentaba como un año esplendoroso, con el empuje de una comunidad joven, visionaria y con la ilusión puesta en los avances que venían de la mano del ferrocarril y las próspera actividad ganadera y cerealera.

 

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